En el año 2014, la demandante había sido declarada en situación de incapacidad permanente total para su trabajo habitual, debido a diversas afecciones, entre las que destacaban fibromialgia, espondiloartrosis, sacroileítis bilateral y fatiga crónica.

La solicitud de revisión del 27 de julio de 2023 se basó en la aparición de nuevos diagnósticos y en el agravamiento de las patologías previas. En particular, se identificó un síndrome de sensibilidad química múltiple de grado II-III, fatiga crónica de grado IV y síndrome de sensibilización central, junto con un incremento de las limitaciones funcionales, lo que hacía cada vez más difícil para la demandante desarrollar cualquier tipo de actividad laboral, incluso aquellas que no requirieran esfuerzo físico. A pesar de que la reclamación previa realizada ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) fue desestimada el 11 de enero de 2024, el tribunal decidió finalmente estimar la demanda en favor de la demandante.

La sentencia dictada por el Social nº 3 de Palma de Mallorca, también aborda el contexto de la incapacidad permanente absoluta, establecida por el artículo 194.5 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), que considera incapacidad absoluta aquella que inhabilita a la persona para cualquier tipo de trabajo o actividad profesional. En este caso, se concluye que el agravamiento de las patologías de la demandante ha alcanzado tal magnitud que la hace incapaz de realizar cualquier labor profesional, lo que justifica la declaración de incapacidad permanente absoluta.

El tribunal también subraya que, aunque en 2022 se reconoció un grado de discapacidad del 73%, con 10 puntos de movilidad reducida, este reconocimiento no está vinculado al grado de incapacidad permanente que se analiza en este proceso. A pesar de que ambos reconocimientos son de naturaleza distinta, el hecho de que la persona padezca afecciones graves y limitantes es un indicio de la magnitud de su situación médica.

Esta sentencia reconoce la nula capacidad laboral de la trabajadora tras años de padecer enfermedades graves y debilitantes, y le permitirá recibir una pensión equivalente al 100% de su base reguladora.

Es una satisfacción para MOLINA ADVOCATS llevar la gestión legal y conseguir sentencias que protejan los derechos de los pacientes de SQM, Fibromialgia y Fatiga Crónica, y demuestra que con un buen asesoramiento jurídico se pueden conseguir prestaciones por incapacidad permanente.