La sentencia dictada el 17/09/24 por el TSJ de Asturias reconoce una incapacidad permanente absoluta a una contable que padece covid persistente.
La demandante padeció una neumonía bilateral provocada por SARS-COVID y tras el alta hospitalaria comenzó a presentar un cuadro de astenia y cefaleas intensas, que ha recibido los diagnósticos de síndrome de fatiga crónica post-COVID y cefaleas persistentes. La evolución del cuadro ha sido negativa.
El INSS considera que la situación patológica no ocasiona un menoscabo permanente, pero la demandante agotó el periodo máximo de incapacidad temporal y la Entidad Gestora prolongó sus efectos, mediante la demora de la calificación de incapacidad permanente; incluso el 24 de enero de 2023 inició una nueva situación de incapacidad temporal que, según recoge la sentencia, continuaba en la fecha del juicio.
A pesar del tiempo transcurrido, los tratamientos prescritos no han logrado la mejoría o, al menos, la estabilización del cuadro y los estudios realizados ponen de relieve un aumento del deterioro físico-psíquico.
La decisión del recurso ha de atender a los datos acreditados, que son reveladores de una sintomatología formada por cefaleas intensas y frecuentes, deterioro cognitivo, cansancio y manifestaciones de ansiedad y depresión. Son secuelas que tienen una gran incidencia negativa en la capacidad laboral de la trabajadora. La sentencia de instancia procedió a la valoración conjunta y su conclusión favorable al reconocimiento de la incapacidad permanente absoluta no resulta desautorizado por las alegaciones de la Entidad Gestora.