Habitualmente nos encontramos que los afectados de síndromes de sensibilidad central (síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, Sensibilidad química múltiple y electromagnética…), ante la imposibilidad de realizar actividad laboral alguna, deben luchar durante años para que se le reconozca el derecho a percibir una prestación social de incapacidad permanente.
El caso que nos ocupa es el de un asesor comercial de 48 años que, ya con 41 años de edad, por su enfermedad de fibromialgia y fatiga crónica, presentaba un cuadro clínico con grandes limitaciones para realizar su trabajo. Tanto es así que en 2012 un Juzgado de lo Social de Mallorca le reconoció en situación de Incapacidad Permanente Absoluta para todo trabajo. Lamentablemente el INSS presentó recurso y La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Illes Baleares estimó en parte declarando en situación de Incapacidad Permanente Total para su profesión habitual.
En 2015 el trabajador, tras sufrir varias situaciones incapacitantes, por las limitaciones funcionales derivadas de su fibromialgia, fatiga crónica y del resto de patologías de los síndromes de sensibilidad central, se vio en la ineludible situación de solicitar una revisión de grado. Pese a ello el INSS resolvió mantener el mismo grado de incapacidad permanente y desembocó en procedimiento judicial iniciado el 18-1-2016 con la presentación de la correspondiente demanda.
A través de la experiencia del abogado Enric Molina , y el dominio experto del médico perito propuesto en acto de juicio, el Juzgado de lo Social N. 2 Palma de Mallorca reconoció como probado la graduación de la fatiga crónica y fibromialgia, determinando que su estado físico y psíquico era el siguiente:
De esta manera el diecinueve de julio de dos mil diecisiete el Juzgado de lo Social N. 2 Palma de Mallorca declaró al afectado nuevamente en situación de 
Incapacidad Permanente Absoluta derivada de enfermedad común. Aun siendo tan evidentes y probadas la limitaciones que padecía el trabajador que le impedía realizar actividad laboral alguna por livianas que estas fuesen, el INSS presentó Recurso a Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears.
En esta ocasión el Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears mediante sentencia del 01-02-2019 argumentó, haciendo referencia a la declaración del Tribunal Supremo, que la “aptitud de una actividad laboral no puede definirse por la mera posibilidad de un ejercicio esporádico de determinadas tareas, sino por poder llevarlas a cabo con la necesaria profesionalidad, y conforme a exigencias mínimas de continuidad, dedicación y eficacia, que todo trabajo comporta”; por lo tanto siendo probado el cuadro clínico y las limitaciones funcionales que aquejaban al enfermo de fatiga crónica y fibromialgia, se confirmó la sentencia recurrida.
Así, después de 7 años de procedimientos administrativos y judiciales, finalmente al asesor comercial afectado de síndromes de sensibilidad de central, principalmente enfermo de fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple, se le da la cobertura de protección social necesaria por su imposibilidad de realizar ningún tipo de trabajo
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